martes, 19 de julio de 2011

Racistas 2.0

Nueva York, 8:46 a.m.

- No resisto ni un minuto más rodeada de Negros. Joder. Este olor es insoportable. Está dañando mi cerebro. Me incapacita y ofende a partes iguales.
- Inyéctate algún relajante, por favor. Te recuerdo que estamos aquí para obtener información sobre estos Negros y sabíamos desde un principio que la misión iba a ser muy desagradable. Relájate. Esto no ha hecho más que empezar y no voy a soportar tus quejas todo el día. Disimula tu asco como mejor te apetezca y sigue observando con atención.
- No puedo relajarme. Todo esto es sumamente repugnante.
- ¿Has oído? Mierda. Eso ha parecido una jodida explosión, ¿no?
- Mira. Hay fuego en una de esas dos torres. Algo grave ha sucedido. Larguémonos...

Pekín, 2:15 p.m.

- Estoy harta de las estúpida expresión de estos Amarillos. No me pagan lo suficiente para tener que compartir mi espacio vital con seres tan repugnantes. ¿Qué? Deja de mirarme así...
- Eres patética. Nos pagan, y muy bien, para recoger información detallada de sus costumbres. Y mientras hablas y te quejas sin parar no te concentras lo suficiente en tu trabajo. Así que cállate de una puta vez...
- Deja de darme sermones, joder. Odias este trabajo tanto como yo. Puedo verlo en tus ojos aunque estén bajo un estúpido disfraz...

Madrid, 6:20 p.m.

- Por si no hubiera sido bastante desagradable pasar todo el día entre Negros y Amarillos, ahora debemos estar entre estos asquerosos Blancos. Tengo arcadas, ¿sabes?
- Basta. Estamos a punto de terminar nuestro informe. Sólo nos queda obtener unos pocos datos más y nos vamos. Si hubieras ido más deprisa procesándolos, hace horas que habríamos terminado.
- Trabajo lento porque este jodido disfraz es muy incómodo. Estoy harta de este tipo de misiones. Deberían enviar a estudiantes, joder. A los capullos de medicina. Su estómago se haría fuerte y resistente después de un par de horas aquí.
- ¿Cómo puedes ser tan idiota? Sabes que aunque parezcan débiles, son las razas más crueles de la galaxia. Llevan más de cinco mil años de autodestrucción. Los del Consejo General no pueden enviar a nuestros jóvenes aquí, es muy peligroso. Por ese motivo nos envían a nosotras...
- Bla, bla, bla... He terminado mi informe antes que tú. Vayámonos, de una puta vez. No quiero estar ni un minuto más entre estos Blancos de mierda. Siento náuseas, así que termina pronto y nos largamos.
- Tranquila, yo también he terminado.

Cuenca, 11:45 p.m.

- Venga Prudencio, a casa. Otra vez has bebido demasiado...
- Se lo juro por mis muertos, Sargento. Justo aquí había un Seiscientos nuevo de color púrpura con matrícula de Barcelona. Han llegado dos rubias muy jamonas, que primero se han quitado toda la ropa, para mi sorpresa y admiración, y luego todo el pellejo…sólo para mi sorpresa. Era un espectáculo repugnante. Eran dos enormes y asquerosas orugas de color verde totalmente recubiertas de pelo. Hacían unos ruidos espeluznantes. Subieron al Seiscientos, que de un fogonazo se convirtió en un enorme platillo volante, también de color púrpura pero sin matrícula de Barcelona. Otro fogonazo y el platillo salió a toda ostia hacia esa estrella grande de ahí...
- Que sí Prudencio. Venga sube al coche patrulla...

No hay comentarios:

Publicar un comentario