Poesía urbana

Los que siguen atentos a las evoluciones de mi página web y mi blog (6.400.000 personas según los gestores de Mi Pasado, 2.500 según la Guárdia Urbana de Barcelona) saben perfectamente que no tengo el don divino para la poesía del que hacen gala grandes e ilustres habitantes de Mi Pasado como son el señor Jones, el señor Santo, el señor Mario o la señora Smirnoff (cada uno en su campo) por no nombrarlos a todos y hacer de esta entrada un puto listín de poetas.

Sin embargo, algunas veces, una poesía libre y anarquista en forma de idea viaja por el espacio y por el tiempo en busca de un cerebro lo suficientemente sensible para que la haga suya, lo que no significa que se la folle, sino que la hace palabra. Seguramente, hoy me he cruzado en el camino de dicha idea poética y se me ha metido en el cerebro un bonito soneto que al final de esta disertación expondré públicamente. Pido perdón públicamente al cerebro al que iba dirigida.

También pido disculpas de antemano si se trata de una poesía urbana plagiada, algo que no puedo saber porque como apenas leo poesía las posibilidades de cotejar comparativas cuánticas es mínima o cero. Y digo poesía urbana porque al ser yo de ciudad, me parece justo darle ese giro a su origen, que por la letra y la rima en sí, bien podría tratarse de alguna inspiración de origen celta corto.

Es probable que después de leer mi poesía inducida haya una multitud de blognautas que pida más; no nos equivoquemos señores y señoras. Esto ha sido un jodido accidente. Yo pasaba por allí. De hecho, me veo forzado a escribirla porque desde que la tengo de ocupa en mi cabeza, no oigo más que tambores de guerra Sioux. Lo cual es un problema cuando no sabes fumar.

Sin más dilación (acabo de enterarme que al Valencia le metieron cuatro en casa y he tenido un vahído), os hago participes de otra obra milagrosa de Dios (según Escriba de Balaguer) o de probabilidad cuántica (según Einstein). Espero que os guste.

Melimes y Melames

Se cenaron un besugo

Melimes la cabeza

Y Relames el culo

Lo bueno si breve, dos veces bueno (Un eyaculador precoz).