lunes, 18 de julio de 2011

Los dados de Dios VII

JARDÍN DEL EDÉN, más allá del tiempo y del espacio...

- Me siento muy extraño – dijo Maddah, tocándose con sumo cuidado cada palmo de su anatomía. Sin mis alas es como si estuviera desnudo…
- Eso es porque estás desnudo, idiota… y deja me mirarme las tetas, que me pones de los nervios – contestó Habbeh, antes de mordisquear una manzana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario